jueves, 18 de agosto de 2011

Capitulo 3#


Hace tres semanas. En la playa de Monsul, Almería.
Cinco chicas y un joven estaban sentados en la arena, con seis toallas, seis mochilas, una sombrilla y una mesa lleva de comida y refrescos.
Era el santo de una de ellas, y para celebrarlo había ido a una playa especial y habían echado allí el día.
Bueno cari... Perdón porque no te pude traer más regalo que este... —dijo Cris con una sonrisa de oreja a oreja— ¡Toma!
Cristina le ofreció a su amiga Blanca Isabel un paquete con un envoltorio rojo. La chica que celebraba su santo miró a su mejor amiga, sonrió y comenzó a abrir el regalo.
¡No! —gritó la rubia al ver el regalo de su amiga.
¡Si!
¡No, no puede ser!
¡Qué si!
En el paquete había un bikini y unos pantalones de esos con los que te puedes bañar de Vans, la marca preferida de Blanca. Era blanco con un montón de “I Vans” con las letras en negro y el corazón en rosa. Precioso.
Pero Cris, esto te habrá costado un riñón...
Pues si, la verdad —dijo Cristina señalando una pequeña cicatriz que tenía en el costado.
Tonta, eso te lo hiciste en la feria del año pasado.
Y todas comenzaron a reir. Poco a poco todo el mundo le fue dando sus regalos a Blanca, incluso el chico, Roberto, que solo era novio de una de las invitadas le había regalado algo.
Al poco rato, decidieron bañarse otra vez y se lo pasaron estupendamente entre ahogadillas y ahogadillas.
Lourdes, la más joven, tragó mucha agua y Lorena, una rubia de ojos azules, fue la que ganó el juego. Los novios, Roberto y Natalia, simplemente se mantuvieron al margen del juego.
Cuando salieron del agua, a Cristina le entraron muchas ganas de fumarse un cigarrito. Fumaba desde la semana pasada, cuando estuvo cinco días en su pueblo, y ninguna de las que estaban allí lo sabían. Bueno, si, Blanca lo sabía y aun que le había pedido que no se llevase ningún cigarro a su santo, ella no había podido resistir la tentación. Además, tampoco sabía que iba a pasar lo que pasaría.
Cris se acercó a su mochila y sacó su paquete empezado de Cheester.
¿Queréis uno? —dijo ella, inocentemente, con una sonrisa.
Cris, ¿qué coño es eso? —preguntó muy enfadada Blanca.
Un cigarro.
Te dije que no te trajeras.
Pero yo te dije que me iba a traer, que no lo podía evitar.
Y así, poco a poco, la discusión se fue caldeando. Poco a poco las amigas se fueron distanciando. Poco a poco todo estaba acabando.
Hasta que dos de ellas se metieron en la conversación.
Cris, no tienes razón —dijo Lourdes.
Si, porque si en mi cumpleaños te hubieras traído algo... ¡Madre mía! —siguió Lorena.
Perdonad, pero nadie os ha llamado.
Pero nosotras nos metemos.
Pues no os metáis. Y Lorena, tu cumpleaños era en tu casa, no en la playa. Si hubiese sido en la playa a lo mejor también me hubiese llevado.
Pero... —comenzó Blanca, que ya estaba casi llorando.
¡Pero nada! Si no me entendéis, pues muy bien. ¡Iros las tres a tomar por culo! Natalia, Roberto, ¿Nos vamos?
Blanca —dijo Natalia con algo de tristeza en su voz—, lo siento pero nos tenemos que ir con ella.
Ya...
Y ahí acabó todo. Una amistad de cuatro años y otras dos de dos.

N.A.: Este me ha salido un poco más largo! Jejeje! Espero que os haya gustado :) Un beso y comentad! :DD

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