martes, 16 de agosto de 2011

Capítulo 2#


Eran las cinco de la tarde. Un sol de justicia caía sobre la ciudad de Madrid. Aun así, en la Warner, su magnífico parque de atracciones, había mucha gente. Muchísimas personas decidieron aquel día visitar el parque.
¡Ah! —gritó Cristina cuando un hombre de unos treinta años le chocó.
¡Ja, ja, ja! —se reía su hermana a su lado.
Las dos chicas acababan de terminar la cola de quince minutos que había que esperar para montar en esta atracción: Los coches de choque.
De pronto, para alegría de unos y decepción de otros, sonó una musiquita extraña y los coches dejaron de moverse. Todos los que los ocupaban se levantaron riéndose y tocándose las partes del cuerpo dolidas por los golpes.
Aurora iba cogida de la mano de su hermana dando saltitos y mirándose el muslo, en el que ahora tenía un morado.
¡Dios, Aurora! Estate quieta —dijo la mayor perdiendo los nervios.
Perdón...
¡Aish! —Cristina se agachó y abrazó a su hermana con fuerza, provocando la risa de ambas.
Cuando se separaron, se dirigieron hasta una atracción llamada La Fuga de Batman, donde las esperaban sus padres.
Ellos habían estado hablando sobre su hija mayor. Últimamente estaba más rebelde de lo normal. Les había dicho que tenía Tuenti, y no solo eso, también tenía Facebook. ¡Y la habían pillado besándose con un chico en la playa! ¿Quizás es por las amigas con las que se junta? Antes siempre iba con Blanca, una muy buena chica, pero desde su santo dejaron de hablar y ahora se junta con otras personas...
¡Papá, mamá, ha estado chuli-piruli! —dijo Aurora nada más verlos.
¿Si, hija?
¡Si!
¿Y tú Cris —preguntó su madre—, te lo estás pasando bien?
Si... Bueno, no está mal.
Pero en el fondo sabía que esto estaba genial, que siempre había querido venir a Madrid. Pero no sabía exactamente porque estaba así de fría con sus padres... Supuso que era por la acumulación de estupideces que constantemente le decían.
Bueno —comenzó Alfonso—, ¿qué os parece si ahora nos vamos a ver el espectáculo este... el de Loca Academia de Policía?
¡Si! —gritó eufórica Aurora.
Yo paso... —dijo Cris desganada, seguro que eran cuatro payasos haciendo el tonto y prefería tomarse un café o algo.
Porfi...
Cristina no podía resistirse a esa mirada de su hermana y, sin esperar lo que empezaría con ese espectáculo, accedió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario